“Que sueño tan raro” – Jord pensó para sí misma, mientras entreabría sus ojos. Sentia los párpados pesados, y su cabeza daba vueltas.
-¿Te sientes mejor? – dijo una voz suave. La luz de una lámpara apuntaba en dirección a su rostro, impidiéndole ver quien le estaba hablando.
-Erm. .. ¿quien esta ahí?
-¡Oh! Discúlpame. No me di cuenta de lo molesta que esta luz esta siendo. Permiteme moverla de lugar.
-¡Ahhhhhhh! Jord gritó. Moviendo desesperadamente su cabeza de un lado a otro, comenzó a llorar, mientras continuaba gritando – ¿Quién … eres? ¿Qué haces aquí? ¿Dónde estoy? ¿Qué quieres de mi? ¡No me lastimes por favor!
Nova la miraba con ojos sobresaltados. Con sus manos hacía gestos para que bajara el tono de su voz, al tiempo que se mordía nerviosamente la uña del dedo índice.
-¡Por favor no levantes la voz! ¡Ellos nos van a encontrar si no mantenemos la calma! Déjame que te explique, ¡no voy a hacerte daño!
Jord se llevó una mano a la boca y comenzó a morder sus uñas también. Seguía llorando.
-Mi nombre es Nova, nos encontramos allí, afuera; cerca del bosque de Caeruleas, ¿Recuerdas?. Estabas perdida y yo te ofrecí mi ayuda.
Jord cerró los ojos un momento.
-Sí, creo que recuerdo. Pero aún no entiendo qué es lo que está pasando. ¿Quién eres tú? ¿Eres humano?
-¿Humano? ¿Eh? ¿Qué es eso? Yo soy Nova, ya te lo dije dos veces antes. Soy el Dibujador de Mapas.
-Pero, pero… ¿eres humano? ¿Por, p… por… por qué tu cabello, tus cejas, tus pestanas, tus ojos, tus mejillas, tus uñas, tu ropa… por qué todo es de color azul?
-¿Eh? ¿Quién? ¿Yo?¿Azul? Esa palabra… Esa palabra yo la lei antes… pero, ¿que es azul? ¡Yo soy normal! ¡Soy igual a los otros! ¡Tú eres la diferente aquí! ¿Por qué te ves así?
-¿Así como? ¿Cómo me veo? ¡Yo soy igual a todos los humanos! ¡El que se ve raro eres tú! ¡Vaya! ¿Que no ves que todo tu pelo, rostro, uñas, ropa son de color azul? Pero ¿qué es lo que pasa aquí? Yo…
Jord continuaba haciendo preguntas y hablando sin pausa y a toda prisa.
Nova la miraba confundido. Inclinaba su cabeza hacia la derecha y luego lentamente la llevaba hacia la izquierda, buscando sentido a las palabras de Jord.
De repente, un foco de luz entró por la ventana.
Nova saltó sobre Jord, empujandola sobre el piso y tapando su boca con la mano.
La miró a los ojos, y con un gesto desesperado llevo su dedo índice a la boca en señal de silencio. Sacudió su cabeza y entrecerró los ojos.
-Mantente sobre el piso. No importa cómo, pero no permitas que esa luz te roce – susurró Nova al oído de Jord.
Ella lo miró con desesperación. Su rostro había enrojecido al sentir el peso de Nova sobre su cuerpo y, aunque la situación la aterraba, por alguna razón sentía cómo el corazón le latía fuertemente, cómo el calor de Nova le traía una sensación de seguridad.
La luz se movía de derecha a izquierda y de arriba hacia abajo; recorría cada cm de la habitación minuciosamente, empecinada en no fallar, obsesionada con encontrar su objetivo.
Nova intentaba concentrarse en idear un plan de escape, pero el rostro aterrado de Jord no le permitía pensar con claridad.
Desde el momento de su encuentro en el bosque, sentía la obligación de protegerla. Sus mejillas sonrojadas y sus ojos desconcertados hacían que su pulso se acelerara… y al mismo tiempo, lo estremecían. Si no inventaba algo rápido, era probable que ya no volvieran a verse. Si ellos los encontraran …
-Escúchame, vamos a salir de aquí – dijo Nova en tono firme – Tienes que seguirme, pero mantén la cabeza gacha, y acurruca las piernas al moverte. Piensa que eres una oruga. ¿Estas lista?
“¿Una oruga? ¿Pero qué demonios!”, Jord no lograba darle sentido a nada de lo que estaba ocurriendo…
-Estoy lista- dijo, con voz temblorosa
Ambos se arrastraron por el suelo desde el lado de la cama donde estaban, hacia la habitación contigua. Una vez allí, se deslizaron lentamente escalera abajo.
-Vamos a intentar llegar al sótano. Allí la luz no puede acceder – aseguró Nova.
El sótano se encontraba al lado opuesto de la sala donde ahora se escondían. Si se arrastraban por debajo de la larga mesa de trabajo de Nova, y luego rápidamente recorrían la distancia desde allí hasta la puerta del sótano, estarían a salvo en menos de 3 minutos.
Pero si cometían un error, serían descubiertos de inmediato. La sala estaba al mismo nivel que el ojo de la luz. Y esas no eran buenas noticias.
Nova encabezó el recorrido. Se deslizó sigilosamente debajo de la mesa. La luz se movió en la misma dirección y buscó por un momento sobre la misma; pero luego de unos segundos volvió hacia el piso superior.
-Vamos, ¡ven ahora! – le indicó a Jord
Jord se arrastró rápidamente y tomo la mano de Nova. Estaba fría y traspirada.
Ambos continuaron hacia la puerta del sótano, la abrieron velozmente y corrieron escaleras abajo.
-¿Qué es lo que está pasando? ¿Qué es esa luz? – pregunto Jord entre lágrimas y con su voz entrecortada.
-Son ellos. Los Curatores Lumen.
-¡¿Qué cosa es eso?! ¡¿Qué quieren? ¿Qué buscan con tanta insistencia?
Nova la miro a los ojos, y luego bajo la mirada. Con voz turbada, respondió
-A ti