Revelaciones

“Debes confrontar a Vader. Sólo entonces serás un Jedi. Y asi, lo confrontarás” – Maestro Yoda a Skywalker, Star Wars, Episodio VI – El regreso del Jedi


No es la primera vez que una película abre mi mente. Como el canal Infinito, recuerdan?

Cuando tenía 18 años fui al cine a ver Jurassic Park. Ya había leído el libro, pero cuando estuve allí, sentada en primera fila, con los ojos bien abiertos y aterrada con la imagen del T-Rex, entendí lo que quería. Mi profesión frustrada es, en realidad, la arqueología. Pero ella luego derivó en paleontología. Que, luego del best seller de Michael Crichton de la mano de Steven Spielberg, se convirtió en biotecnología.

Ahora, a mis 32 años y habiendo sobrevivido al fin del mundo Maya, he descubierto que en la película Star Wars hay gran cantidad de mensajes de sabiduría. Claro que, no son para interpretarlos literalmente. George Lucas a llevado al plano metafórico de una forma sobrecogedora, aquellos viejos saberes de este mundo “real”, y los ha convertido en una historia de ciencia ficción épica.

Yo creo que todos esos tipos; George Lucas, Michael Chrichton, Steven Spielberg, son Iluminados. Y dije Iluminados, no Illuminati. Porque seguro alguno va a comenzar con el asunto de las conspiraciones, de los reptilianos, los masones y los grises. Que no niego que existan, pero tampoco para fanatizarse y acusar a todos de oscuros.

Volviendo a mi punto, ¡ese es el punto! La famosa lucha eterna entre la oscuridad y la luz. El bien y el mal. Lo correcto vs. lo incorrecto. Siglos. Toda la historia de la humanidad se ha visto envuelta en esa trama que, despiadadamente, ha llevado a la muerte a varios personajes históricos.

Vader es el rey del Lado Oscuro. Skywalker, un aspirante a Jedi, a caballero de la luz, a portador de “La fuerza”. Y han de enfrentarse. Pero no es cualquier enfrentamiento, porque como todos sabemos, son padre e hijo. La semilla de la oscuridad está plantada dentro de un buscador de la luz. Convive con él. Es parte de él.

Si quitamos este argumento de la ficción, y nos brindamos un momento de análisis, quedaremos pasmados. Como yo esta mañana, cuando tuve una enorme cantidad de revelaciones frente a mis ojos que pasaban como imágenes en una pantalla de cine.

Desde la historia griega del Minotauro, pasando por la mítica guerra de Troya, Hades en el Inframundo, Zeus en el Olimpo, Osiris y Seth; el Samsara vs. el Nirvana, El Infierno de Dante, La peste negra, la caza de brujas y el perdón a Galileo Galilei, Indiana Jones y la Ultima Cruzada, “civilización vs. barbarie”, Harry Potter contra Lord Voldemort, Haruki Murakami con sus tibieblos, Gray contra sus 50 sombras… esto siempre ha sido así. La polaridad permanente, la búsqueda incesante del equilibrio entre el Yin y el Yan, entre la Luz y la Oscuridad, como es arriba, es abajo.

Y así como Skywalker ha de convertirse en un verdadero maestro de la luz, un Jedi; como el Alquimista ha de encontrarse a sí mismo en su camino, como el Guerrero de la Luz no ha de temer a su enemigo más temido, que es su propio ser; como el Sr. Hammond ha de plantarse desde la bioética y luchar contra su ego omnipotente, o como Indy ha de atravesar sus tres pruebas para llegar al Santo Grial; todos nosotros estamos permanentemente expuestos a tomar la decisión de acercarnos a la luz o dejarnos llevar por la oscuridad, a confiar en nosotros mismos, a encontrarnos aún en aquellos momentos en que la fe se quiebra.

Dicen que la oscuridad no se apaga, sino que se ilumina.

Hoy entendí mucho más de lo que alguna vez he entendido.

Entendí que somos Uno y que siempre lo hemos sido, desde el inicio de los tiempos. Que el Samsara en realidad es un estado mental; que nos estamos creando nuestra realidad desde hace generaciones, tratando de comprender nuestro lugar, descifrando mensajes, estudiando costumbres… Que no nos hemos detenido a considerar la vacuidad de nuestro mundo material, la capacidad creadora de nuestra imaginación, el poder de nuestra mente. Que con nuestras decisiones, nuestros ensayos, fuimos escribiendo cada peldaño de esta escalera ascendente hacia nuestro ser más elevado. Que repetimos la historia una y otra vez, construímos nuestro Karma, nos da trabajo hacer una pausa y abrir nuestros ojos del alma para darnos cuenta que estamos repitiendo escenas, como si no aprendiéramos nuestro libreto. Que la vida nos sigue colocando a nuestro paso situaciones similares, personas similares, resultados similares, porque seguimos eligiendo aquello que no es dictado por nuestro corazón, aquello que no forma parte de nuestra verdadera esencia.

Y como somos Uno, y estamos todos conectados a la sutil y hermosa red de energía de nuestro planeta (sí, exacto, como en Avatar), creamos realidades complejas a nivel global. Tal como lo expresa la Teoría del Caos, los estudios de Jung, la Sincronicidad…

Que bueno que de a poco, mas y mas personas estamos despertando a estas revelaciones. Que bueno que tantos en el camino estamos colaborando, con consciencia y mucho esfuerzo, a este nuevo momento histórico.

Llegó la hora de que nuestra especie evolucione. Llegó el momento de brindarnos un mundo de paz y amor real.

Cierren los ojos y siéntanlo.

La Nueva Era recién comienza.