Rompiendo con el Samsara de mi vida

Ya no sé más que pensar.

Y aunque he escuchado mucho estos días la frase esa que dice “hacer siempre lo mismo y esperar resultados distintos es sinónimo de locura”, parece que mi rueda del Dharma es una película que pasa una y otra vez frente a mis ojos, esperando que haga un movimiento distinto para que se termine el continuado; pero como si lo hiciese de forma totalmente imperceptible a mi habilidad real de accionar.

Hablando de eso, la semana pasada ví una pelicula que, al principio, parecía super complicada, pero que al final tuvo sentido. Que haya tenido sentido nada tiene que ver con que igual era mala, pero al menos el argumento tenia algo de contenido para reflexionar.

Por lo que entendí, una chica se muda a un nuevo edificio, en el cual suceden cosas raras. Parece como si la trama fuese una película más de terror, pero ella va descubriendo que hay cámaras en todos los rincones, filmándola, y que existe un grupo de personas (que supuestamente son los vecinos), que en realidad son los organizadores (o colaboradores) de una simulación en la que ella está inserta.
La cuestión es que en un momento la chica está ahi a los besos medio revolcándose con el muchacho que le gusta, y comienza a prenderse fuego la habitación. Fuego literal. Entonces, cuando intentan escapar a él se le cae un ropero encima (sisi, un ropero), y queda atrapado. Ella intenta ayudarlo, pero al mismo tiempo, su vida esta en riesgo, porque toda la habitación está prácticamente envuelta en llamas ya. Ahí viene el dilema: se salva o se queda a intentar salvarlo.

En ese punto es donde la película comienza a cobrar sentido. Ella decide dejarlo y salvarse y sale por una ventana. Pero cuando va a saltar hacia la escalera para escapar, pierde el equilibrio y se cae al v6acio. Y muere, obvio. O sea, lo dejo al pobre hombre quemarse vivo y encima ella tambien murió.

Ahi aparece uno de estos “vecinos”, con un corta toma de cine, en donde se ve la leyenda “Toma 2500”. Y la escena comienza de nuevo.

Explico: la chica está en ese lugar, muy parecido al Samsara, tratando de liberar sus decisiones pasadas e intentando realizar un cambio significativo en las mismas, para obtener un resultado final distinto. Y con una oportunidad detrás de otra de accionar de otra forma.

Le llevó como 2503 tomas, pero al final decide quedarse con él y ayudarlo. Cosa que no se ve si puede hacer o no, xq cuando la policía va a relevar la escena, no encuentra restos de sus cuerpos ni tampoco ellos aparecen vivos. Quizás lograron alcanzar el Nirvana. O se carbonizaron por completo. Quién sabe.

Independientemente de lo que ustedes piensen de mi interpretacion de la pelicula, de mi estado mental y de la existencia o no del Samsara, yo, hoy, en este momento estoy aprendiendo a romper con su ciclo, con cada una de las nuevas oportunidades que se me presentan. Ni idea por el número de toma que voy.

Ayer alguien me dijo: “es como si por momentos tuvieras que rescatarte de vos misma”. Y ahi caí en aquello que alguna vez leí en el libro “El poder del ahora”: si me tengo que rescatar de mí misma, es porque hay dos yo; yo y yo misma. Y una es un peligro para la otra. Pero no, yo soy yo. Una unidad.

Quizás sea otro más de mis sobre análisis, de mis filosofeadas con zapatos de goma en medio de una sobredosis de Paracetamol.

Pero yo siento que estoy rompiendo con casi-todo. Casi-todo este limbo que me ata a incomodidades varias. Siento que me estoy liberando. Que ya me quedan 2 pasos, 2 mm, 2 tomas más…

Para llegar a sentir la libertad.

Y, por que no, para que mi pelicula avance sin ya mas repeticiones.